viernes, 1 de febrero de 2013

Federico Fellini, Amarcord


A m'arcòrd significa yo me acuerdo, en el dialecto de la Emilia Romaña, donde nació Fellini y en cuyo espacio regional está ubicada la ciudad ficcional donde transcurre la película. Aunque los personajes políticos fascistas y algunas de las escenas donde aparecen son mucho menos ficcionales que el lugar y que el tono general de la película. Amarcord, aun siendo la película donde la segunda etapa felliniana que empieza con Ocho y Medio se instala en una clave más testimonial, se mantiene en los códigos del realismo ambiguo que cultivó excepcionalmente este gran maestro.

Uno podría preguntarse de qué se acuerda Fellini, en esta película que ironiza brutalmente al fascismo, siendo que el propio Fellini fue de joven un mimado del régimen. Pero no fue cómplice de sus crímenes. Al menos nadie ha salido a acusarlo de eso, que sepamos. No parece ser una variante artística del caso Heidegger. Igualmente admiramos al gran filósofo alemán.

Y todavía más admiramos a este maestro del cine como arte.

(el subtitulado está en portugués)



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