Escrito, dirigido y realizado por Lorenzo Veracini, Nandini Nambiar y Marco Avoletta.
Hofmann se convirtió en un empleado del servicio farmacéutico-químico de los Laboratorios Sandoz (ahora Novartis), con sede en Basilea, trabajando con el profesor Arthur Stoll, fundador y director del servicio farmacéutico. Comenzó a estudiar plantas medicinales y el hongo conocido como "cornezuelo del centeno", como parte de un programa para purificar y sintetizar componentes activos para su uso como productos farmacéuticos. Su principal contribución fue elucidar la estructura química del núcleo común de los glucósidos de Scilla (un principio activo de la esquila del Mediterráneo). Durante la investigación sobre el cornezuelo del centeno, Hofmann sintetizó por primera vez el ácido lisérgico, LSD, el 16 de noviembre de 1938. El propósito principal de la síntesis era obtener un estimulante respiratorio y circulatorio (un analépticos), sin efectos sobre el útero en su analogía con nicetamida (que también es una amida etílico) mediante la introducción de esta fracción de ácido lisérgico. Que se dejó de lado durante cinco años, hasta 19 de abril 1943, cuando Hofmann decidió volver a examinar. Mientras que re-síntesis de LSD, por accidente absorbió una pequeña cantidad a través de sus dedos y casualmente descubierto sus poderosos efectos. Él describió lo que él sentía como:
"[...]afectado por una inquietud notable, combinada con un ligero mareo En casa me acosté y se hundió en una intoxicación no desagradable, como condición, caracterizada por una imaginación extremadamente estimulada en un sueño [...], con los ojos cerrados (la luz del día me encontré con un desagradable deslumbramiento), percibí una corriente ininterrumpida de imágenes fantásticas, formas extraordinarias con un juego intenso y caleidoscópico de colores. Después de unas dos horas esta condición se desvaneció".
El descubrimiento está descripto, más convencionalmente, en el siguiente documental:
groso! gracias!
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